Economía de funcionalidad: posee menos, disfruta más
La enorme presión por generar demanda de las empresas y su éxito en conseguirlo, provocan que muchísimos productos lleguen a desecharse, teniendo aun mucha vida útil por delante.
Así, llegamos a las tercera de nuestras erres: Reutilizar.
Recordemos que tenemos dos niveles que considerar antes de reutilizar que son rechazar y reducir, siempre en ese orden.
Reutilizar es entre otras cosas, una forma eficiente de aprovechar, para beneficio del planeta y la sociedad, la sobre- producción de algunos sectores o industrias.
El mercado de artículos de segunda mano es sin duda un mercado super interesante tanto para revalorizar lo que ya no necesitamos, como para dar acceso a otras personas a productos en buen estado a precios económicos y además, pero no menos importante, alargar la vida útil de los materiales, demorando su disposición final y reduciendo la generación de residuos.
Por suerte, ya hay varios modelos de negocio en torno a estas prácticas.
Pero cuando hablamos de reutilizar tenemos que usar la imaginación e ir un poco mas allá.
No solo hablamos de productos sino de materiales o componentes, y aquí es donde es importante, distinguir reutilizar y reciclar.
Reciclar implica descomponer un producto en materias primas y luego utilizarlas para crear nuevos productos.
Reutilizar es volver a utilizar este producto ya terminado, para el mismo u otro fin.
Un caso muy importante, lo representan los aparatos electrodomésticos y electrónicos , que están conformados por decenas o hasta cientos de componentes.
Gracias a la ya mencionada obsolescencia programada, alguno de estos componentes falla, (aleatoria o premeditadamente) acabando con la vida útil del producto, cuando en realidad los otros componentes están intactos.
Lo más inteligente y sustentable en este caso, es la recuperación de estos componentes para su Reutilización (y aquellos que no puedan reutilizarse, entonces pueden ser reciclados)
Para este tipo de iniciativa, ya muchas empresas sobre todo en la UE, están cambiando sus modelos de negocio, proponiendo la opción de renta de electrodomésticos y electrónicos en vez de su compra.
Este modelo se apoya en el desarrollo de programas de logística inversa, mediante los cuales los productos pueden regresar al fabricante para que pueda hacer uso de estos componentes en buen estado, bajando los costes de producción, revalorizando materiales, reduciendo los desechos y brindando un mejor servicio al cliente, que puede remplazar sus productos sin tener que invertir en productos nuevos cada pocos años.
Este modelo conocido como, Economía de Funcionalidad o Modelo de Servicios, implica que los clientes solo pagan a las empresas por los servicios que ofrecen sus productos y no por los productos en si.
Es además un incentivo a la innovación y a la calidad y durabilidad de los productos. Además de una garantía para el cliente, y una posibilidad de que mas personas puedan acceder a este tipo de servicios con un menor riesgo de pagar por algo que será obsoleto en muy poco tiempo.
Te dejo este video de la fundación Ellen MacArthur donde nos explica en que consiste esta modalidad… y ya puedes dejarme tus comentarios y sugerencias por aquí, te leo!
Hasta pronto,
Paula